menu
search
Ambiente | Bajante | Paraná | Santa Fe

La emergencia hídrica por la bajante "cuida" la producción, pero no el ambiente

El decreto de Nación casi no explicita medidas para resguardar la biodiversidad de los humedales del Paraná ante la histórica bajante.

Tras dos años de bajante extraordinaria del río Paraná y con perspectivas negativas en cuanto al escenario futuro, al menos hasta fin de año, el gobierno nacional decidió esta semana decretar la emergencia hídrica para Formosa, Chaco, Corrientes, Santa Fe, Entre Ríos, Misiones y Buenos Aires, las provincias que comparten la cuenca del gran río marrón. Se trata de un paquete de 1.000 millones de pesos que irá a parar sobre todo a garantizar los usos humanos del río: el abastecimiento de agua potable, la navegación y las operaciones de puerto, la generación de energía hidroeléctrica y “las actividades económicas vinculadas a la explotación de la cuenca conformada por los ríos Paraná, Paraguay e Iguazú”.

Para eso, el Ejecutivo dice que se conformarán “mapas dinámicos de riesgos” y decidió asignar tareas a varios ministerios específicos: Desarrollo y Trabajo deberán “garantizar las actividades productivas”; Obras Públicas deberá “realizar la infraestructura necesaria”; Seguridad “ocuparse de la emergencia” y asistir a las poblaciones ribereñas; Transporte “garantizar la navegación”, Economía “garantizar el abastecimiento de energía eléctrica”; e Interior tendrá que “coordinar con las Provincias”.

El cuidado de la naturaleza, tensionada por la falta de agua, pasó de largo una vez más: sólo se pide al ministerio de Ambiente “controlar las quemas”, algo que, de hecho, tampoco está ocurriendo.

Leer más ► Santa Fe, una de las siete provincias en emergencia hídrica por la bajante del Paraná

Bajante Parana Entre Rios.jpeg
El Instituto Nacional del Agua proyecta que la bajante del río Paraná será la más extrema desde que existen registros.

El Instituto Nacional del Agua proyecta que la bajante del río Paraná será la más extrema desde que existen registros.

Agua potable

La provisión de agua para su potabilización es, junto a la navegación, la principal afectación en los usos humanos del río que genera la bajante. ¿Qué significa la emergencia hídrica para los santafesinos en este aspecto? Por ejemplo, que Aguas contará con 170 millones de pesos extra para concretar obras destinadas a sostener el servicio de agua potable. “A través de esos recursos en las próximas semanas estaremos instalando dos nuevas bombas suplementarias en la toma de la planta potabilizadora Rosario, y en vista a la temporada estival vamos a renovar una de las bombas más grandes que tiene la planta”, dijo el titular de esa empresa, Hugo Morzán. Esos fondos se usarán también para efectuar adaptaciones y obras en las otras plantas potabilizadoras que tiene la empresa sobre las riberas del Paraná en toda la provincia, explicaron desde la empresa.

Morzán sostuvo también que es necesario “redoblar el esfuerzo” ya que los pronósticos anticipan que la bajante puede sostenerse hasta el verano, cuando las temperaturas alientan un mayor consumo de agua potable. Para eso prevén acciones en las dos tomas de la ciudad de Santa Fe y en las restantes plantas de Aguas ubicadas sobre ríos del sistema Paraná.

Leer más ► Bajante histórica: Aguas Santafesinas agrega bombas de captación, pero afirman que será vital la responsabilidad de la gente

aguas bajante.jpeg
La extraordinaria bajante del río Paraná dificulta la prestación del servicio de agua potable en distintas ciudades de la provincia de Santa Fe.

La extraordinaria bajante del río Paraná dificulta la prestación del servicio de agua potable en distintas ciudades de la provincia de Santa Fe.

El papel del Ministerio de Ambiente

A pesar de la muy predominante visión productivista de la emergencia hídrica, el decreto nacional establece una función particular para la cartera ambiental durante los próximos 180 días (el tiempo que dura la declaración de emergencia): "Controlar los incendios en las zonas de islas y márgenes".

Por ahora, esa función está en la columna del debe, ya que los incendios en todo el Delta del Paraná siguen diciendo presente casi a diario. Según el último reporte del museo de Ciencias Antonio Scasso de San Nicolás, en lo que va del año ya se registraron casi 5.600 focos de calor en la zona Piecas Delta del Paraná, comprendida entre las ciudades de Santa Fe al norte y Campana al sur. Estos valores ubican a 2021 como el segundo peor año de la década en materia de incendios forestales en esta región del país, después de 2020.

Leer más ► El INA proyecta que la bajante será la más extrema registrada en el río Paraná

incendios quema de pastizales circunvalación 012.jpg
2021 ya se perfila como el segundo peor año de la década en materia de incendios forestales en esta región del país, después de 2020.

2021 ya se perfila como el segundo peor año de la década en materia de incendios forestales en esta región del país, después de 2020.

Una medida tardía y parcial

Para Jorge Bártoli, referente de la organización socioambiental El Paraná No Se Toca (EPNST), la declaración de la emergencia hídrica “llegó tarde” ya que “hace dos años que hay una bajante extraordinaria”. “En este tiempo todos padecimos las consecuencias ambientales del fuego en el territorio”, dijo, para agregar que por ejemplo en Brasil “las alarmas gubernamentales están encendidas desde hace rato”.

Según su visión, en Argentina el Ejecutivo sólo reaccionó cuando comenzaron a afectarse las plantas potabilizadoras de agua en las ciudades de la cuenca: “Hay ciudades con problemas graves que requieren apoyo urgente y creemos que la asistencia del Estado nacional viene en este sentido”. En relación al cuidado del ambiente, consideró que “faltan medidas precautorias sobre la biodiversidad” ya que la fauna que habita las islas “queda extremadamente expuesta a la presencia de cazadores y a las quemas”. “Creo que siguen faltando alertas y medidas en protección de la biodiversidad”, señaló.

consecuencias incendios humedales animales muertos fauna _Télam 04.jpg
La fauna no sólo muere por los incendios: las quemas la dejan desprotegida y a merced de los cazadores furtivos.

La fauna no sólo muere por los incendios: las quemas la dejan desprotegida y a merced de los cazadores furtivos.