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Policiales abuso sexual | femicidio | género

Por qué Gabriela Degiorgio es otra víctima de un patriarcado orgulloso

Federico Kiener, el abogado que asiste a la familia de la mujer asesinada en su local de Esperanza, remarcó las características particulares del violento crimen y la actitud del "Tío" Romero.

El Tío Romero deambulaba por las calles del centro de Esperanza. Era viernes y ya había oscurecido. Miraba las vidrieras como buscando algo. Pero no buscaba algo que comprar, buscaba algo que atacar. Entonces la vio a Gabriela, cambiándole la cara a la vidriera de su negocio. Romero decidió entrar... y atacar.

Primero Gabriela habrá pensado que se trataba de un joven que iba a comprar algún regalo para su novia, o su mamá. Hasta que el “Tío” mostró sus verdaderas intenciones: arremetió contra Gabriela, la redujo, la llevó hasta la zona de los probadores donde abusó de ella y finalmente la mató.

Todo lo sucedido quedó registrado en las cámaras del local, y la investigación comandada por el fiscal de Las Colonias, Alejandro Benitez, permitió reconstruir el camino de Romero, desde que llegó a Esperanza, fue al local de Gabriela y volvió a Recreo, donde reside. Al verse cercado por el personal policial, sabiendo que estaba identificado como el autor del hecho y que era buscado por toda la zona, Romero se presentó en la comisaría: “Me buscan por el asesinato de la mujer de Esperanza”, le dijo a las autoridades.

Crimen cultural

El fiscal Benitez imputó a Romero como autor de los delitos de robo, abuso sexual con acceso carnal y homicidio doblemente calificado criminis causae y femicidio. Federico Kiener, abogado querellante en la causa, analizó lo ocurrido la tarde del viernes 8 de noviembre en el negocio Carmina en comunicación con Será justicia.

Kiener remarcó las “construcciones culturales” presentes en la causa, y que llevaron al fiscal a agravar el ataque bajo la figura del femicidio, o violencia de género como precisa el Código Penal.

“En este caso estamos hablando de un hecho mucho más complejo: no es cualquier homicidio, no es cualquier violación y no es cualquier delito: es un femicidio, donde ya hay características propias a otro tipo de delito y donde ya hay una construcción cultural a partir del cual se comete un determinado delito partiendo de una concepción de sometimiento hacia la mujer”, analizó Kinener.

El letrado recordó también el antecedente del Tío Romero, un ataque similar a una joven empelada de una panadería en la ciudad de Santa Fe, en el año 2013: “una de las cosas que a mí me conmovió al escuchar el relato fue que ella en ningún momento puso resistencia y él le decía “no te resistas porque va a ser peor”. Estaba dominado por un odio y con la necesidad que la mujer se resista, que son características de una persona que odia el género y con una construcción cultural y patriarcal donde lo que busca es el sometimiento de la mujer”, insistió.

No tan al voleo

Con este contexto, el letrado valoró que el Tío Romero eligió a Gabriela como su presa al azar, “pero no tanto”, y explicó por qué: que sea en un lugar comercial, cerca del centro, que la víctima sea una mujer, que justamente esa mujer trabaje…

Pero no sólo esos detalles son importantes para entender por qué Gabriela es víctima del odio contra las mujeres: “hay un dato más relevante y es la ausencia de remordimiento”, expresó Kiener. Tanto en el ataque anterior a María Ester, donde le dijo a la víctima que se iba a entregar, como en el ataque a Gabriela, donde Romero se presentó en la comisaría porque la Fiscalía había logrado acorralarlo, y así también en la audiencia imputativa, el hombre no manifestó ningún tipo de remordimiento en la conducta, “parecería que el perfil es sentirse orgulloso”, dijo Kiener.

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Un reclamo de justicia para todo un género

Al referirse al estado en el que se encuentra la familia de Gabriela, el letrado manifestó que se encuentran frente a un desafío, “con mucha esperanza y con actitud positiva, comprometidos con la necesidad de justicia que se merece toda la sociedad”.

En este sentido, Kiener sostuvo “con la idea que esto sea un puntapié como para poder discutir por lo menos ciertos institutos o ciertas formas del elemento punitivo del estado que por ahí se pueda mejorar”, al tener en cuenta que Romero purgó seis años en prisión por el hecho anterior y nada modificó en su conducta.

El abogado manifestó que la familia de Gabriela entiende que “no solo ellos son víctimas, la gran víctima es toda la sociedad y especialmente el género mujer”, y en este sentido detalló: “vos podés salir a trabajar cualquier día de la semana y puede venir una persona como esta, hacerte todo esto y arruinar no solamente una vida sino toda una familia”.

Por último, Kiener insistió que el ataque a Gabriela “es un caso aberrante que conmociona a todos y nos hace pensar cómo se deben tratar estos delitos en el ámbito de encierro carcelario. Esto es algo más profundo que hay que discutirlo seriamente en los estamentos necesarios”, y remarcó: “no es lo mismo un atentado contra la propiedad que estos delitos aberrantes, cuando además la conducta del femicida es sentirse orgulloso, salir a la calle y volver a cometer el mismo delito”.

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Audio ► La entrevista con Federico Kiener, abogado que representa a la familia de Gabriela Degiorgio

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