“Llegué a trabajar como todos los días y cuando intenté abrir la puerta no pude. La llave no funcionaba en la cerradura, y noté que algo raro pasaba. No me animé a entrar, así que llamé al 911. Vinieron, revisaron y ya no había nadie”, contó la mujer al móvil de Aire de Santa Fe.
“En ese momento vimos todos los destrozos. Consultamos con los dueños que nos alquilan el local, porque ellos tienen un depósito atrás. Nos confirmaron que la alarma se había activado. De acá no se llevaron nada, creería que es porque sonó la alarma y se asustaron”, agregó.
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