“Maestro, por favor, márcame. Sería un honor, uno que quiero llevar por el resto de mi vida. Aunque mi cuerpo pueda ser quemado o torturado o lo que sea, mi amor es más fuerte”, era el juramento que Keith Raniere, líder de Nxivm, creó para que las mujeres lo pronunciaran durante el ritual en que las marcaban con sus iniciales y pareciera algo voluntario.
MUNDO |
Dejá tu comentario